Crítica de Tekken, la película

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Portada y contraportada de «Tekken, puños de hierro». -Fuente: Taringa

Por lo general, las películas sobre videojuegos suelen ser, por lo general, decepcionantes. Aun nadie ha visto, ni se verá en mucho tiempo probablemente, que el film supere al videojuego original y, normalmente, queda muy por debajo. En el caso de Tekken, no solo la calidad del juego es difícil de superar: la aspiración a hacer una buena peli, probablemente, ni existió.

En primer lugar, la adaptación es muy libre, demasiado. De hecho, aparte de los nombres y parecidos de los personajes y algunos escenarios, no hay nada más del videojuego Tekken en esta película. La trama es absolutamente inventada, si es que hay trama (aunque a decir verdad, el juego no profundiza demasiado en las suyas). Además, las relaciones entre los personajes, algo que deberían al menos haber respetado, es totalmente nueva y en ocasiones, absurda.

Porque ese aspecto es otro punto negativo de la película: los personajes. No hay carisma en ninguna de ellos. ¿Qué sacrilegio es ese, en el que vemos a un Jim Kazama que intenta ir de digno, de picos pardos con cualquier mujer que s ele cruce por el camino? No, no se puede empatizar con un protagonista así, tan sacado del tiesto. Además, la mayoría de los actores están sobreactuados o se les nota que no se creen lo que están haciendo, quitándole aun más credibilidad a los ya en entredicho personajes. El más lamentable: Heihachi Mishima. Cómo tan digna leyenda de los videojuegos es mancillada de esta forma.

Por otro lado, las peleas tampoco destacan demasiado ni son especialmente abundantes. Qué menos, con semejante descuido de la trama y los personajes, que ponerlos a luchar dignamente. Pues ni si quiera se puede decir que sea una buena peli de pelea, que es a lo que se ha venido a ver. Tampoco están mal, ojo. Pero no logra con ello salvarse de la quema de películas mata-videojuegos. Podría tratarse, de hecho, de una de las peores películas de este subgénero, compitiendo seriamente con la Street Fighter de Jean Claude Van Damme o The house of the dead, del mítico director mancillador de videojuegos, Uwe Boll.

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Buena parte de los luchadores de la película. -Fuente: Critic’s Sight

Posiblemente, lo mejor de la película es que no se vaya a producir una segunda parte. Lo digo porque su director Dwritte Little tuvo la idea de acabar el film con un final abierto, por si podía realizar una exitosa saga de películas Tekken.

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