Jugar es el camino

Pasamos demasiadas horas estudiando, trabajando (o desesperándonos por no poder hacerlo), pensando en preocupaciones, sufriendo… Por eso, si tenemos un ratito libre, lo mejor es ocupar ese precioso tiempo con un gran entretenimiento, que nos absorba con frenesí de la triste realidad y nos emplace a continuar en cualquier otro hueco que los avatares cotidianos nos permitan. Y la mejor opción, según los científicos de no se qué universidad de por ahí, es jugar a un videojuego.

El videojuego es la recopilación de artes definitiva (bah, el cine) y la que nos atrapa con más pasión. Para la gente feliz, para la gente triste, un buen juego es lo que necesitamos para olvidarnos del mundanal ruido y estimular, ya de paso, nuestras habilidades e inteligencia.

Jugar. Qué mejor manera de pasar el tiempo.